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Río Ésera tras la presa
Este es un lugar maravilloso en el que viví los mejores momentos de mi infancia y mi adolescencia. Si alguien quiere saber por qué merece la pena visitar los pirineos puede ir a Grist (Eriste), hablar con su gente, Sentarse en un prado de su pantano y mirar las montañas. Entonces sentirá la vida de una manera diferente. Porque este es un lugar para sentir la vida, vivirla, disfrutarla, olvidar el trabajo, el estrés, para amar y para recordar siempre. Sin duda, hay que ir a Eriste.
Esta casa fue construida en el siglo XVIII.
No recuerdo cómo se llama esta calle, pero al fondo aparece la plaza de la iglesia. En el edificio de la izquierda viví yo hace 40 años.
A la derecha no está la iglesia, es casa Farras.
Hostal pirineos.buen menú.
Iglesia estilo romanico.
A su derecha la iglesia.
Casa de la plaza mayor, a su izquierda el cementerio y la iglesia.
Casa del herrero, venta de leña.
Cabecera del pantano mirando hacia Guayente.
Aquí se puede fotografiar el otoño.
Patio interior de una casa de la Plaza Mayor.
Paseando por el sendero que rodea al pantano. Ya se ve que es una ardilla.
Calle que sale de la plaza Mayor.
Paseo alrededor del pantano de Eriste. Foto realizada a mediados de octubre comenzando el otoño.