Plaza de España, SEVILLA

La Plaza de España constituyó el proyecto más emblemático de la Exposición Iberoamericana del año 1929. Fue proyectada por el arquitecto sevillano Aníbal González, que también era arquitecto director del evento expositivo, fue ayudado por un buen conjunto de colaboradores, entre los que se encontraban el ingeniero José Luis de Casso y el arquitecto Aurelio Gómez Millán. 1 Las obras de construcción comenzaron en el año 1914, siendo la primera piedra colocada por Alfonso XIII2, y resultando el proyecto más ambicioso y costoso de la Exposición, llegando a trabajar en su construcción mil hombres al mismo tiempo, puede resultar asombroso, cómo una ciudad en situación económica difícil en esos años, se embarcó en un proyecto de semejante magnitud. Algunos aspectos del proyecto suscitaron algunos rechazos, la Academia de Bellas Artes se opuso a la altura prevista de las dos torres que podían rivalizar con la Giralda y el arquitecto francés Jean-Claude Nicolas Forestier, diseñador del Parque de María Luisa, rechazaba la construcción de la ría que rodea la plaza, para una ciudad con gran escasez de agua como Sevilla. 3 En 1926, tras la dimisión de Aníbal González de su cargo de director de la Exposición, asume la finalización del proyecto el arquitecto Vicente Traver, que terminó los cerramientos del recinto y añadió la fuente del centro de la Plaza.
La construcción de la plaza fue auditada por el propio Rey Alfonso XIII, que se hizo a sí mismo responsable de vigiliar la adecuada marcha de buena parte de proyectos de la Exposición2. El 31 de enero de 1928 Alfonso XIII subió a Torre Norte y contempló que en Sevilla se habían erigido recientemente edificios de 5 o 6 pisos, y comentó al alcalde de la ciudad:
Prohibid que dentro de la capital se levanten casas con muchos pisos. ¡Que no se pierda el carácter de Sevilla! En las afueras bien está; pero en el centro de la ciudad, no. Sevilla tiene su leyenda, tiene su Barrio Santa Cruz, y esas casas únicas que le dan un aspecto que no debe perder2.
En 1928, el mismo Alfonso XIII despachó varios asuntos en la Plaza relativos a la construcción de pabellones y, al contemplar el conjunto de la Plaza de España, afirmó: "Señores, yo sabía que esto era bonito, pero no tanto