PALMAR DE TROYA: QUIENES SOMOS LA COMUNIDAD SED DE DIOS La Palabra...

QUIENES SOMOS
LA COMUNIDAD SED DE DIOS

La Palabra de Dios es nuestra regla y guía. Claridad de visión y entendimiento de función emergen a través de la unción del Espíritu Santo y la sabiduría que resultan de la búsqueda de Dios. Cuando el pueblo de Dios las confirma, las visiones se hacen realidad y las oraciones de los santos provocan grandes movimientos de Dios en nuestro mundo.

El llamado a ser un movimiento apostólico, un movimiento hacia la mies del mundo significará:
1- Una Comunidad enfocado en el mensaje de la cruz, la resurrección y el reino de Dios
2- Una Comunidad con doctrina sana, integrando fe y estudio.
3-Una Comunidad con una pasión santa, entregada a los propósitos de Dios.
4-Una Comunidad que cruce cualquier barrera, sean barreras religiosas, étnicas, o nacionales y se multiplique.
5-Parte de Una Iglesia que es el Cuerpo de Cristo.
6-Creemos que la iglesia es el instrumento divino para transformar la sociedad.

Nuestra Cultura de Comunidad

Somos parte Integral de la única iglesia de Cristo, la cual es definida por los Concilios Ecuménicos como “Una Santa Católica y Apostólica” (no Papal). Las relaciones que más nos ayudan son las que se basan en la gracia y la verdad expresada por la Santa Escritura.

Creemos que nuestra misión impulsa cada cosa que hacemos proclamamos una gracia sin mediación. Nos esforzamos a interpretar el mensaje del evangelio en forma relevante a nuestra cultura, siempre manteniéndonos fiel a Dios mientras mostramos amor y sensibilidad al mundo.
Nos consideramos un movimiento Católico y Apostólico. Somos un pueblo enviado, encargados con la tarea de alcanzar territorios nuevos y poblaciones nuevas con el evangelio.

Somos Católicos “Renovados” en nuestra doctrina y práctica. Valoramos las instrucciones de las Escrituras y el consenso debidamente explicado por la Iglesia a Partir de las enseñanzas esenciales de la Ortodoxia.

FUNDADOR
La Comunidad Sed de Dios es "una corriente de gracia" que renueva en la sociedad actual los dones y carismas de la primera comunidad cristiana. Personas de todas las clases sociales y todas las pobrezas descubren a Cristo no cómo un Dios lejano que se encarnó un día en la Historia, sino como alguien vivo y resucitado que es centro de su vida. Su Fundador el Padre Emilio (Rev. Jorge Emilio Quintero nos ha enseñado a descubrir de nuevo esa profundidad del corazón donde Dios vive. Y, con ella, el asombro de las conversiones personales, el resurgir de la oración, la lectura enriquecedora de la Biblia y la liberación alegre de la alabanza.

Dios les Bendiga.