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Colegiata Antigua Universidad Monasterio de la Encarnacion Iglesia Santo Domingo Iglesia San Agustin Iglesia de San Carlos el Real Iglesia de Santa Clara Monasterio de la Inmaculada Concepción Convento e Iglesia de Santa Catalina Iglesia de la Merced Iglesia de Consolación Iglesia de la Victoria Iglesia-Convento de Nuestra Santísima Madre del Carmen Iglesia del Espíritu Santo Iglesia-Convento del Señor San Pedro Ermita de San Arcadio Arco de la Pastora Torre del Agua Ayuntamiento Pósito Cilla del Cabildo Colegial Palacio del Marqués de la Gomera Palacio de los Cepeda Antiguo Convento e Iglesia de San Juan de Dios
Fiestas:
12 de enero San Arcadio 2da.quincena de mayo Feria 8 de septiembre Nuestra Señora de la Consolacion
Costumbres:
Comer gachas el dia de San Arcadio, Subida a la Colegiata de Jesús Nazareno y Ntra. Sra. Y Madre de los Dolores el Viernes Santo.
Historia:
Buscando en su historia nos remontamos a unos 3000 años de antigüedad, más concretamente al primer milenio antes de Cristo, tomando como muestra de ello los restos de una importante civilización, la tartesa, que poblará la villa junto con colonizadores fenicios dando lugar a la Urso Tartésica. De esta etapa histórica encontraremos los famosos relieves de la ciudad, como el Toro de Osuna y el alto relieve del soldado, también llamado el flautista... Pero es con la llegada de los romanos cuando Urso entra en la historia y adquiere cierto protagonismo por ser la última ciudad que apoyó a los hijos de Pompeyo en la guerra contra César. Tras la conquista se le da estatuto a la ciudad de colonia romana, Iulia Genitiva. Con Julio César, vencedor de la batalla, la villa acuña su moneda propia: el Ursón además de adquirir leyes coloniales, prueba de ello son las tablas también llamadas los Bronces de Osuna donde se recogen esta legislación que se encuentran en la actualidad en el museo Arqueológico Nacional y conservando en el museo Arqueológico de la villa réplicas de las mismas. Muestra de su importancia dentro de la colonia romana son las ruinas del teatro, los Depósitos de agua y unas recientes excavaciones que han sacado a la luz numerosos silos que muestran el auge de la agricultura romana en la villa. También muestra del paso de los romanos es la Necrópolis y los restos de la ciudadela, que recorre un arco temporal que va hasta el siglo VII antes de Cristo. Con los árabes la romana Urso pasa a llamarse Ûsuna y se convirtió en un lugar fortificado. Restos de este pasado son la Alcazaba y la Torre del Agua, ésta última convertida en museo arqueológico de la ciudad. En 1240 pasa la cristiana Orchvna a manos del rey Fernando III. Años más tarde entra en la Orden de Calatrava, en 1464 el Maestre cambia la ciudad por Bélmez y Fuente ovejuna y así consigue para los Ureña un gran señorío territorial convirtiéndose en capital del territorio, pero es en la primera mitad del siglo XVI, con Don Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, cuando se alcanza en la villa su punto máximo de esplendor que se verá agraciado posteriormente con el nombramiento de duque en 1562 por Felipe II. A consecuencia de este ascenso en el estamento nobiliario el conde busca una remodelación absoluta del paisaje urbano que dé la imagen de señorío ursaonés y comienza con el aspecto religioso. Durante el siglo XVI se ponen en práctica estos proyectos con la parroquia de Santa María de La Asunción, la Universidad y el monasterio de la Encarnación y por último pasa a la remodelación de las actuales calles, Gordillo, Compañía, Sevilla, Huerta, San Pedro y Carrera. Osuna es de origen ibérico, lo cual se confirma por sus abundantes restos arqueológicos, que la identifican con la antigua Urso, ciudad de elevada civilización, de la que proceden los famosos toros de Osuna y el alto relieve del soldado. Ante sus muros derrotó Viriato a los romanos, dirigidos por Quinto Octavio Máximo. Durante la dominación romana, intervino en la guerra civil de César y Pompeyo, tomando partido por este último. Fue conquistada por César. De esta etapa se conservan abundantes vestigios, unos en el Museo Arqueológico de la Villa, y otros, como las inscripciones jurídicas conocidas como bronces de Osuna, en el Museo Arqueológico Nacional. En época musulmana recibió el nombre de Osona, u Oxuna, y aparte del nombre, no quedan vestigios de ésta época. Fue conquistada en 1.239 por el rey cristiano Fernando III, pasando en 1.264 a ser encomienda mayor de la Orden de Calatrava, cuyo camarero mayor se tituló Comendador de Osuna. En 1.445 ó 1.474, el Maestre de la Orden, Pedro Téllez Girón, la cambia por Bélmez y Fuente Ovejuna y, en 1.596, con su descendiente, Don Juan Téllez Girón, cuarto Conde de Ureña, la villa alcanzó su momento de esplendor, y Felipe II le concedió en 1.562 el título de Duque de Osuna. La vida de la villa estuvo presidida por la influencia paternalista de la casa ducal, alguno de cuyos miembros, como Don Juan Téllez, la embellecieron con suntuosas edificaciones, como la Universidad y el Colegio, la Colegiata, por cuyas aulas pasaron grandes figuras de nuestras letras.
Turismo:
Las viñas y La Catedral