Esta es la fachada de la posada o la posá como le decimos aquí. Es una posada antigua de los tiempos de los bandoleros. Dicen que incluso una vez la banda de Los Siete Niños de Écija, compinchados con el posadero, cometieron un robo importante allá por 1800. Yo la conocí como una vieja casa de vecinos. Recuerdo su fachada desconchada y su desvencijado portón de madera vieja y gris. Ya casi abandonada a su suerte nadie la pintaba y sólo tenía algunos remiendos de tablas viejas colocadas con poco esmero. Seguramente esos remiendos los hizo Miguel Angel, un viejecito muy aficionado a las manualidades y que siempre que pillaba un trozo de papel sacaba su lápiz afilado a navaja y hacía unos dibujos que impresionaban por la edad del dibujante y el pulso con que los hacía.
Un día, con la excusa de restaurarla la tiraron y en su lugar hicieron esto, que en lo único que se parece es en que ocupa el mismo solar. Ahora es el hogar de los mayores.
La peña flamenca del pueblo se llama La Posá y en su membrete aparece un dibujo de la vieja fachada. Es curioso pero entre los miles de fotos antiguas que llevamos ya recopiladas todavía no he encontrado una que retrate bien la fachada de la posá. Me gustaría tener una imagen más tangible que la que guardo en mi memoria, de la que cada vez me fio menos.
Un día, con la excusa de restaurarla la tiraron y en su lugar hicieron esto, que en lo único que se parece es en que ocupa el mismo solar. Ahora es el hogar de los mayores.
La peña flamenca del pueblo se llama La Posá y en su membrete aparece un dibujo de la vieja fachada. Es curioso pero entre los miles de fotos antiguas que llevamos ya recopiladas todavía no he encontrado una que retrate bien la fachada de la posá. Me gustaría tener una imagen más tangible que la que guardo en mi memoria, de la que cada vez me fio menos.