Este es uno de los dos edificios de las escuelas viejas. Bajando desde la carretera por la explanada del parque, en la parte de abajo, había un edificio a cada lado separados por unos 30 metros de distancia. Estaban formados cada uno por dos aulas adosadas con la línea de fachada de uno retranqueada con respecto a la del otro. En el centro, justo en el ángulo que formaba el zig-zag de la fachada había un porchecito que destacaba, por estar encalado, del resto de los muros de ladrillo rojo. Desde el porche se accedía a un portalito con los servicios en el fondo y un aula a cada lado.
El edificio de la derecha, según se baja, limitaba por el lateral con una pared tras la cual estaban la vaquería y los olivos de limones. El otro edificio, el de la foto, está junto a los escalones que salvan el desnivel con la calle Lope de Vega.
Fueron construídos a principios de los sesenta y estuvieron funcionando como escuela hasta finales de los setenta. Hoy se utilizan como sede de asociaciones como el de la foto que alberga la peña flamenca La Posá.
El edificio de la derecha, según se baja, limitaba por el lateral con una pared tras la cual estaban la vaquería y los olivos de limones. El otro edificio, el de la foto, está junto a los escalones que salvan el desnivel con la calle Lope de Vega.
Fueron construídos a principios de los sesenta y estuvieron funcionando como escuela hasta finales de los setenta. Hoy se utilizan como sede de asociaciones como el de la foto que alberga la peña flamenca La Posá.
