Nosotros cuando eramos unas monzigonas, nos daba por llamar a los timbres de las
puertas, las demas se ivan corriendo para adelante y yo lo hacia para atras y cuando salia la maria de turno asomada a la
puerta yo llegaba a la vez que la señora salia y la decia han sido unos chavalines que van corriendo para adelante, y la mujer sinverguenzas de niños que me tienen harta todas las
noches