En la Cerca del Pino II se construirán edificaciones de cinco plantas
La Panadera, El Lorón, El Cañaveral y Granja Ochoa sufrirán el impacto visual
En la Cerca del Pino II, una extensión de 67.000 metros cuadrados de olivar que se extiende frente a las urbanizaciones de El Lorón y La Panadera, entre la antigua carretera de Bormujos y el nuevo acceso a la A-49, está previsto que se construyan edificios de cinco plantas.
Para que ello sea posible, el alcalde del PP ha llevado a cabo la correspondiente recalificación del suelo, sin que haya tenido en cuenta la incidencia que la altura de estas edificaciones tendrá en las urbanizaciones colindantes.
El Grupo Municipal Socialista, que se opuso a semejante despropósito, exigió al alcalde que reconsiderara su decisión y redujera el número de plantas hasta una altura que estuviera en armonía con las viviendas del entorno para evitar así el impacto visual en el paisaje urbano de la zona.
El alcalde, que en un principio pretendía llegar incluso a las seis plantas, hizo oídos sordos a los argumentos de los socialistas y se dejó encandilar por el dinero fácil y rápido de los convenios urbanísticos vinculados a la decisión adoptada.
Ante el frenesí urbanístico del alcalde, manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a los vecinos afectados por esta aberración paisajística y ambiental, así como nuestra confianza en que podremos, entre todos, evitar que Gines se desfigure hasta el punto de que no sólo se resienta su identidad sino también su calidad de vida.
La Panadera, El Lorón, El Cañaveral y Granja Ochoa sufrirán el impacto visual
En la Cerca del Pino II, una extensión de 67.000 metros cuadrados de olivar que se extiende frente a las urbanizaciones de El Lorón y La Panadera, entre la antigua carretera de Bormujos y el nuevo acceso a la A-49, está previsto que se construyan edificios de cinco plantas.
Para que ello sea posible, el alcalde del PP ha llevado a cabo la correspondiente recalificación del suelo, sin que haya tenido en cuenta la incidencia que la altura de estas edificaciones tendrá en las urbanizaciones colindantes.
El Grupo Municipal Socialista, que se opuso a semejante despropósito, exigió al alcalde que reconsiderara su decisión y redujera el número de plantas hasta una altura que estuviera en armonía con las viviendas del entorno para evitar así el impacto visual en el paisaje urbano de la zona.
El alcalde, que en un principio pretendía llegar incluso a las seis plantas, hizo oídos sordos a los argumentos de los socialistas y se dejó encandilar por el dinero fácil y rápido de los convenios urbanísticos vinculados a la decisión adoptada.
Ante el frenesí urbanístico del alcalde, manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a los vecinos afectados por esta aberración paisajística y ambiental, así como nuestra confianza en que podremos, entre todos, evitar que Gines se desfigure hasta el punto de que no sólo se resienta su identidad sino también su calidad de vida.