Virgen del Carmen, CAZALLA DE LA SIERRA

Cuenta la leyenda que, en 1756, un pastor encontró una imagen de la Virgen entre unas piedras localizadas justamente enfrente de donde hoy se levanta el santuario de Nuestra Señora del Monte. El patronazgo sobre la localidad y la cercanía de ésta con el santuario hicieron que a lo largo del siglo XVIII su culto y devoción se impusiera muy por encima de las demás advocaciones marianas presentes en el término municipal, como Aguas Santas, La Celda o El Puerto. Esta tendencia se acentuará en el siglo siguiente, cuando progresivamente se irán cerrando al culto todas estas ermitas rurales, perdurando abierta hasta nuestros días solo la del Monte merced a la gran devoción del pueblo de Cazalla por su patrona. Al desaparecer la primitiva imagen en 1936, el cazallero Manuel Perea Villa encargó otra nueva al hijo del imaginero Antonio Castillo Lastrucci, aunque el Niño fue sustituido por otro de Manuel Pineda Calderón al no gustarle al cliente la primera talla. La nueva imagen de la Virgen del Monte llegó a Cazalla en tren, siendo trasladada a pie por la misma vía férrea hasta remontar la pendiente que conduce a su ermita, donde fue colocada en su altar.
(2022)