Tras la conquista
romana. Durante la República,
Carmona sigue manteniendo la misma estructura urbana que se habías descrito para el período turdetano y púnico, con pequeñas modificaciones apenas perceptibles por la
arqueología. Los datos proporcionados por las excavaciones arqueológicas, han permitido documentar un complejo alfarero situado en las laderas del Albollón, localizado fuera de las
murallas. En este período, que abarca los siglos II y I a. C., se produce un replanteamiento y una nueva concepción de la vivienda, los muros y cimentaciones de
piedra y ladrillos de adobe mantienen la misma orientación que los turdetanos. En toda la cultura material y la construcción no es una excepción, se mantiene una fuerte vinculación con las
tradiciones indígenas.