que bonita estubo la berbena de la virjen estube casi toda la
noche divisandoos desde lo alto del
campanario sin que nadie se percatara de mi presencia solamente las cigueñitas que me miraban y bolvian a echarse en su
nido y ayudandome de mi capa y de un salto
monte en mi
caballo y sali a ver donde estaban los delincuentes pero estaban todos en sus moradas temblar venenos que estoy detras de ustedes