Es que estoy convaleciente y, ya sabes, no tiene uno ganicas de ná. Despacio, despacio, como las cosas de
palacio. Fíjate si estoy desganaíllo, que no me pude
comer, ni la pelona, ni el rabanillo pero, vaya que, a lo otro, sí le hice un huequillo. Grrrrrrr, aaaarrrrreeeeeeeeeeeeeee.