casa por ahora no, y familia si alli la tengo toda, y de la foto de antes cada mañana me despertaba el hombre, diciendo... que buenoooooooos y que baratoooooos
llevo los chumbos niñaaaaaaaaaa, ay que buenooooooooos, no me hacia falta na mas que.... el melonerooooooo y... niñaaaaaaaa, vamos al turroooooon.
llevo los chumbos niñaaaaaaaaaa, ay que buenooooooooos, no me hacia falta na mas que.... el melonerooooooo y... niñaaaaaaaa, vamos al turroooooon.
¿Y no tacuerdas cuando decían: ¡4 pollooooooos, 20 duroooooos!?, y continuaba: los pollos de engordeeeee, niñaaaaa, los de las patas gordaaaaas; las gallinas ponedoraaaaaas, si te llevas una, te regalo media docena de huevoooooos... ¡Qué tiempos aquéllos! O el afilaó con la bicicleta y, después, con la motillo. Tampoco nos debemos de olvidar del típico ruído del motocarro del perote, que vivía en lo Alto de la Era, cuando hacía de corsario, trayendo cosas de Antequera o Álora. Pero el ruído que más me agradaba era, el de Chulas, el que recogía la basura con un borrico y, cuando quería que se parase, le hacía un sonido con la garganta, algo parecido cuando hacemos gárgaras: gr gr gr gr gr y, el alimanito, se paraba en seco. Para que andara, sólo le decía: ¡vámonoooh!. Bueno, voy a colgar otras fotillos que andan por aquí y que, me parece a mí que, os estáis acostumbrando mu malamente, ¿en?. No, es broma, el material éste es de todos y, por lo tanto, debemos disfrutarlo todos. Hasta ahorita.