¡Viva el Cerro! viva el Cerro,
Pues cerreño no soy yo,
Pero a pesar de ello,
Lo llevo en el corazón,
Allí a mi me robaron,
Que Dios me perdone a mí,
Poco yo dejé con lo que me dieron a mi,
Me dieron amor sincero,
Yo lo correspondí,
Pero como pajaro que vuela,
A otro árbol me fuí,
No supe degustar la fruta,
Que a mí me dieron allí,
El robo fué sentimental,
Mi corazón yo partí,
En la ermita San Benito,
Allí la conocí,
Una romeria lejana,
A la que yo asistí,
Son las fuentes andévaleñas,
Son fuentes del querer,
Que cuando vás a la ermita,
Que muy dificil es,
Despúes de rezar al Santo,
Olvidarte del querer,
Ese que juraste en vano,
El que jurastes ¡ante él!
Ahí va eso Emigrao, ójala que lo vieran, pá que vean no he olvidao.
Un saludo para todos: El Poeta.
Pues cerreño no soy yo,
Pero a pesar de ello,
Lo llevo en el corazón,
Allí a mi me robaron,
Que Dios me perdone a mí,
Poco yo dejé con lo que me dieron a mi,
Me dieron amor sincero,
Yo lo correspondí,
Pero como pajaro que vuela,
A otro árbol me fuí,
No supe degustar la fruta,
Que a mí me dieron allí,
El robo fué sentimental,
Mi corazón yo partí,
En la ermita San Benito,
Allí la conocí,
Una romeria lejana,
A la que yo asistí,
Son las fuentes andévaleñas,
Son fuentes del querer,
Que cuando vás a la ermita,
Que muy dificil es,
Despúes de rezar al Santo,
Olvidarte del querer,
Ese que juraste en vano,
El que jurastes ¡ante él!
Ahí va eso Emigrao, ójala que lo vieran, pá que vean no he olvidao.
Un saludo para todos: El Poeta.