¡Ay! cuando llego a Alosno,
Poco tengo que pensar,
Esos cercados con rastrojos,
En Agosto me dicen estar,
Mes de Agosto caluroso,
Muchos emigrantes llegaran,
A ese Alosno precioso,
Con encinas en su entrada,
Y al fondo la iglesia,
Donde se encuentra San Juan,
Cuna del fandango, dicen que es,
Yo digo de mujeres guapas,
Que me enseñaron a querer,
Como madres, como hermanas,
Y amor intenso de mujer,
En una muy particular,
De la que yo enamoré,
Del fandango catedral,
Cuanto talento dió, y cuanto cante escuche,
Voz quebrada de Toronjo,
Fandango grande y profundo,
Como Toronjo, ¡nadie! nadie como él,
Como lloró Toronjo, cuando su voz le robaron,
Como lloró Alosno, al despedirse de él,
Esa voz quebrada, esa voz sin igual,
Se la robaron a traición, una mala enfermedád,
Lloraron los alosneros,
Las alosneras a rezar,
Como lloraba el ciprés,
Que en el campo Santo está,
Como lloraba la encina,
Y hasta el mismo San Juan,
El aíre empezó a silvar,
Silvaba por fandangos, cuando lo fueron a enterrar,
Que murió el Rey del Fandango,
¡Y Alosno de luto está!
El Poeta.
A los alosneros. Fermina, Espe, Emigrao, Maribelpc.
Y la Española Universal, y a mi amigo J. De F. Que en el Aljarafé está.
Poco tengo que pensar,
Esos cercados con rastrojos,
En Agosto me dicen estar,
Mes de Agosto caluroso,
Muchos emigrantes llegaran,
A ese Alosno precioso,
Con encinas en su entrada,
Y al fondo la iglesia,
Donde se encuentra San Juan,
Cuna del fandango, dicen que es,
Yo digo de mujeres guapas,
Que me enseñaron a querer,
Como madres, como hermanas,
Y amor intenso de mujer,
En una muy particular,
De la que yo enamoré,
Del fandango catedral,
Cuanto talento dió, y cuanto cante escuche,
Voz quebrada de Toronjo,
Fandango grande y profundo,
Como Toronjo, ¡nadie! nadie como él,
Como lloró Toronjo, cuando su voz le robaron,
Como lloró Alosno, al despedirse de él,
Esa voz quebrada, esa voz sin igual,
Se la robaron a traición, una mala enfermedád,
Lloraron los alosneros,
Las alosneras a rezar,
Como lloraba el ciprés,
Que en el campo Santo está,
Como lloraba la encina,
Y hasta el mismo San Juan,
El aíre empezó a silvar,
Silvaba por fandangos, cuando lo fueron a enterrar,
Que murió el Rey del Fandango,
¡Y Alosno de luto está!
El Poeta.
A los alosneros. Fermina, Espe, Emigrao, Maribelpc.
Y la Española Universal, y a mi amigo J. De F. Que en el Aljarafé está.