Una vista del campo, RONDA

No es hasta el Medievo cuando en algunas iniciativas individuales (sin posibilidad de aprendizaje previo de tal exigencia) se consigue alcanzar, e incluso superar, la barrera de los 30 metros. Es el caso del Puente del Diablo de Martorell o el Puente de Almaraz, entre esas pocas excepciones. Tras el Medievo, el Renacimiento y los siglos XVI y XVII aportan escasas mejoras y novedades en la construcción de puentes. Y de esta forma, se llega a 1741, a Ronda.
(23 de Abril de 2022)