HISTORIA DE LOS
BARRIOS DE
MÁLAGA. Colonia
San Eugenio.
Por la calzada de la Trinidad, frente al
Arco de la
Iglesia esta la
calle Monteleón y en esa zona se encuentra la Colonia San Eugenio, hoy ya encerrada entre bloques y abandonada por el
Ayuntamiento de nuestra ciudad.
Una de las colonias obreras menos conocidas de Málaga, salvo por los vecinos de la Trinidad, es la Colonia de San Eugenio, impulsada desde 1889 hasta 1930 por Eugenio García Serrano, propietario de los terrenos, que ofrecía el solar y los materiales para que los vecinos levantaran sus
casas, pagando un alquiler mensual.
La colonia, habitada en los orígenes por jornaleros y trabajadores de la
fábrica Salyt y los tejares de
Monte Pavero, era un verdadero
barrio ´autosuficiente´, con
panadería, barbería, taberna,
colegio guardería y carbonería que también funcionaba como
tienda de comestibles. Los diseños de las viviendas son obra del famoso arquitecto Fernando Guerrero Strachan, de 1918, según consta en la escritura de propiedad de las viviendas, de 1929.
El carácter de núcleo cerrado se reforzaba con una serie de
arcos que delimitaba la colonia, dos de ellos con
puertas. En la actualidad sólo permanece uno de ellos, con restos de madera en lo alto, en la calle principal.
Esta calle principal, en la actualidad Pacheco Maldonado, llevaba el nombre del dueño, Eugenio García Serrano, que puso el nombre de familiares a todas las
calles de esta colonia, en forma de
cruz. Él mismo vivía en la actual calle Pajaritos, en una enorme
casa llamada la ´casa grande´ por los vecinos. "Tenía
árboles frutales", recuerda Francisco Jiménez ´Paky´, cuyo abuelo llevaba la panadería de la colonia, un negocio que todavía continúa aunque desplazado a otra calle próxima.
Juana González, que lleva viviendo 46 años en San Eugenio, recuerda el empedrado que tenían las calles y las
cruces de mayo que se celebraban junto al arco de su calle, Pacheco Maldonado. "Una vez ganamos un concurso de cruces de mayo y el alcalde fue a darnos un
premio, pero los vecinos le pidieron que asfaltara la calle", recuerda.
Uno de los detalles más curiosos de la Colonia de San Eugenio son los paneles de
cerámica con las normas vecinales. El más grande de ellos iba a desaparecer por las obras en un
edificio, pero al final pudo ser salvado. Los vecinos están a la espera de que se reponga cuanto antes en la colonia. En ese gran panel podía leerse, entre otras cosas, que los habitantes de San Eugenio podrán criar "gallinas, conejos y
cabras, siempre que estos animales tengan sus respectivas viviendas, nunca en la
vía pública, quedando prohibido tener
cerdos".
Otra disposición destacaba que "la mejor prueba de cultura que pueda darse en la Colonia es la buena armonía entre los vecinos, quedando prohibido promover escándalos".
Todavía quedan dos
mosaicos ´normativos´ escoltando al arco superviviente. Uno de ellos establece multas de una a cinco pesetas por arrojar basura a la calle, precisando que la sanción se aplicará "a fines benéficos".
A la muerte de Eugenio García Serrano, la Colonia pasa a ser propiedad de las Hermanitas de los Pobres, que venden la casa a Trinidad Lara y en 1950 esta propietaria vende las casas a los inquilinos.
A pesar de que las viviendas fueron diseñadas por Guerrero Strachan, continúa autorizándose la demolición de algunas casas en las que se emplearon, entre otros materiales, tejas de la Colonia de
Santa Inés. Un pedazo muy poco conocido de la historia del Urbanismo y del pasado obrero de nuestra ciudad.
tomado del Diario la Opinion de Málaga.
Pueden ver en la
foto como a mano derecha y a mano izquierda del arca aparecen dos
placas de azulejos con normas de la Colonia, y al fondo del todo otra gran
placa con las normas de toda la Colonia.
foto tomada por Jose ramón el 28/08/2015.