HISTORIA DE LAS
FUENTES DE
MÁLAGA.
FUENTE DE LA
PUERTA DE LA ALCAZABA.
La Alcazaba es un
palacio-fortaleza, construido en su mayor parte en el siglo XI. Perdida su importancia
militar en el siglo XVIII, fue ocupada posteriormente por vecinos de condición humilde, que levantaron viviendas aprovechando los muros del viejo recinto
amurallado. Tras su declaración como
monumento histórico en 1931, dos años después se iniciaron los trabajos de recuperación, que continuaron hasta 1947, gracias al interés y la iniciativa de un grupo de malagueños y especialistas en la
arquitectura hispano-musulmana, entre los que se encontraban Juan Temboury, Ricardo de Orueta y el arquitecto Leopoldo
Torres Balbás.
En la fase de los trabajos que comenzó en 1937, siguiendo un proyecto de Fernando Guerrero-Strachan Rosado, se reconstruyó el acceso a la Alcazaba por la
plaza de la Aduana, dándole el aspecto que hoy tiene. Poco después se instaló en uno de los
rincones del acceso, con fines ornamentales, un conjunto formado por una fuente y dos
escudos a ambos lados de la misma, de procedencias distintas.
La fuente, adosada a la pared, consta de un alto
pilón trilobulado, tallado en una sola pieza de mármol blanco, y un paño frontal de remate curvo, en mármol rosa, decorado con una
cruz y con un disco en su centro de donde mana el surtidor. Al lado existe una inscripción que parece decir "DLVS S. TIAGO. AÑO 1727", y que nos da pistas sobre su ubicación original. O bien estuvo instalada en la cercana
parroquia de Santiago, o bien procede de la
casa de algún caballero llamado don Luis Santiago, que la encargó en el siglo XVIII.
Textos: Fanny de Carranza Sell y Victor M. Heredia
Flores para EMASA. Empresa Municipal de
Aguas.
foto tomada por josé ramón el 15/04/2015