El
Balneario del Carmen se inauguró en 1918 con un concepto totalmente nuevo y enfocado, sobre todo, a satisfacer las demandas de la burguesía malagueña y los cada vez más frecuentes turistas extranjeros. Llegó a contar con embarcadero, pistas de tenis,
campo de
fútbol,
restaurante, pista de
baile de 2000 m² y hasta un acuario. La llegada del boom turístico en los años 60 y finalmente la ley de libre acceso a las
playas de los años 80, hicieron obsoleto el formato. En la actualidad se encuentra en proceso un plan de rehabilitación.
Con 550 m. de longitud y 15 m. de ancho, la
playa de los Baños del Carmen es todo un símbolo para los malagueños, por su bagaje histórico y por su enclave, desde donde se disfrutan unas preciosas vistas de la
bahía de
Málaga.