Pero
amigo Blas, me siento un privilegiado porque todos aquellos
amigos, compañeros de
escuela, salvo alguna rara excepción, seguís siendo mis amigos del alma, nos une ese hermoso lazo de la
amistad, la auténtica, la que se ejeerce con sinceridad y generosidad. Los podría citar a todos pero me lo impide este espacio, aunque debéis saber que os tengo diariamente en mis recuerdos.
Y por lo que respecta a las 3 conferencias que os impartí en las pasadas
fiestas, debo decirte que nunca me sentí tan
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