"Fascista" ha dejado de ser una definición de una ideología política para pasar a ser un insulto. Los ejemplos se multiplican. Pero sigue siendo la definición de una filosofía política y yo siempre he pensado que en estas cuestiones el pensamiento no delinque, y lo más que se puede decir de un fascista o de un comunista es que está equivocado. Pero sin alterarse.