Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
V.
Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
V.