Me parece muy acertada la opinión de que se deberían de blanquear las fachadas, pues el pueblo ha perdido el encanto de pueblo andaluz blanco. Ahora las paredes laterales se dejan a ladrillo visto y desde lejos se ve como un pueblo enladrillado. La culpa es de las personas que se hacen una casa y no se preocupan de la estética lateral, unicamente de su fachada, y también del Ayuntamiento que no impone su ordenanza municipal por desidia o por el miedo de que si obliga a los propietarios pues cree que va a perder votos en las próximas elecciones, . Y se está tan agustito sentado en el sillón de concejal o de alcalde, que les importa tres pitos la imagen que da el pueblo de lejos.