Con el cuento de la nieve, nos tocó pasar la noche de Reyes en el pueblo. Mi tío Luis se fue a acostar temprano, como cada noche, porque todos los días del año salía muy temprano con la furgoneta a Úbeda a buscar género para la tienda o para repartirlo por los alrededores. En la tienda vendían de todo, desde sellos de correos a zapatos, desde enaguas a azafrán, desde tabaco a pescado. Era la única del pueblo y no podía quedar desabastecida.
Por ser noche tan señalada, a mi amadísimo primo se le ... (ver texto completo)
Por ser noche tan señalada, a mi amadísimo primo se le ... (ver texto completo)
Qué bonitos tiempos aquellos que no hacía falta tanta tecnología para pasar ratos agradables, es un placer poder leer éstas hazañas, gracias por compartirlas!