Hola a los dos de siempre:
Ya estamos otra vez como al principio, los tres solos, conversando y los demás ¿donde están? Me duele que mi
pueblo sea tan silencioso como sus históricas
piedras y mas siendo un pueblo de jornaleros, de troncos retorcidos, de
aceituna, de olores a jamila, de rusticas
murallas, de blancas gredas en pendientes difíciles de labrar y de hombres endurecidos por duros
inviernos y
veranos de fuego.
Por cierto del silencio de sus piedras algo tengo escrito.
Permitidme que
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