Conmoción por el ataque con catanas al joven de Quesada
Quesada está completamente conmocionada tras el grave suceso vivido en las primeras horas del pasado sábado cuando un joven de 28 años resultó gravemente herido después de que dos personas encapuchadas entraron en el cortijo en el que se encontraba y le atacaran con dos espadas de tipo catana.
Conforme avanza el tiempo se van conociendo más detalles del ataque que anduvo muy cerca de convertirse en auténtica tragedia. Al parecer Francisco Javier B. M. resultó atacado cuando se encontraba en su casa rural ubicada en Carasol de la Bóveda, próxima al camino que conduce a Béjar y a unos 3 kilómetros de Quesada. Junto a él se encontraba su pareja y un matrimonio amigo de la familia. La terrible agresión le produjo heridas, fracturas y lesiones en cabeza, piernas, brazos y muñecas, además de un severo traumatismo craneoencefálico. Parece ser que los agresores huyeron primero a pie y luego tomaron un vehículo que tenían oculto en maniobra perfectamente planificada.
En la tarde de ayer familiares del joven agredido daban a conocer que seguía ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Neurotraumatológico de Jaén. Acababa de ser intervenido de una primera operación quirúrgica y tenía perdida la visión del ojo izquierdo. El estado era de extrema gravedad.
Sin noticias de los agresores
Mientras tanto no hay noticias de que los agresores hayan sido detenidos. El despliegue de la Guardia Civil y de la Policía Local en la zona es completo. Unos y otros siguen investigando un caso que mantiene a la población en vilo.
Porque en Quesada no se habla de otra cosa. La preocupación es enorme. El joven, que trabaja con su padre propietario de una empresa con maquinaria excavadora, pertenece a una familia muy conocida. El perfil del suceso se ajusta a un procedimiento propio del ajuste de cuentas pero, por ahora, todo son especulaciones, nadie encuentra explicación a un hecho tan cruel.
Quesada está completamente conmocionada tras el grave suceso vivido en las primeras horas del pasado sábado cuando un joven de 28 años resultó gravemente herido después de que dos personas encapuchadas entraron en el cortijo en el que se encontraba y le atacaran con dos espadas de tipo catana.
Conforme avanza el tiempo se van conociendo más detalles del ataque que anduvo muy cerca de convertirse en auténtica tragedia. Al parecer Francisco Javier B. M. resultó atacado cuando se encontraba en su casa rural ubicada en Carasol de la Bóveda, próxima al camino que conduce a Béjar y a unos 3 kilómetros de Quesada. Junto a él se encontraba su pareja y un matrimonio amigo de la familia. La terrible agresión le produjo heridas, fracturas y lesiones en cabeza, piernas, brazos y muñecas, además de un severo traumatismo craneoencefálico. Parece ser que los agresores huyeron primero a pie y luego tomaron un vehículo que tenían oculto en maniobra perfectamente planificada.
En la tarde de ayer familiares del joven agredido daban a conocer que seguía ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Neurotraumatológico de Jaén. Acababa de ser intervenido de una primera operación quirúrgica y tenía perdida la visión del ojo izquierdo. El estado era de extrema gravedad.
Sin noticias de los agresores
Mientras tanto no hay noticias de que los agresores hayan sido detenidos. El despliegue de la Guardia Civil y de la Policía Local en la zona es completo. Unos y otros siguen investigando un caso que mantiene a la población en vilo.
Porque en Quesada no se habla de otra cosa. La preocupación es enorme. El joven, que trabaja con su padre propietario de una empresa con maquinaria excavadora, pertenece a una familia muy conocida. El perfil del suceso se ajusta a un procedimiento propio del ajuste de cuentas pero, por ahora, todo son especulaciones, nadie encuentra explicación a un hecho tan cruel.
