Por lo que parece amigos (y enemigos) foreros, se nos ha acabado el aire en los pulmones y nos ha dejado sin la inspiración necesaria para seguir aportando temas al foro. Desearía tratar un tema que hasta ahora no ha sido tratado en el debate, y que por su, al menos para mi, importante significado, pueda encender la vela que nos alumbre el difícil camino que tenemos por delante. Se trata de lo que yo considero crisis del sistema. Es decir: considerar que todo el tinglado político, con su izquierda, su derecha y su centro, no es más que la trama creada por una clase dirigente que ajena a su ideología goza de unos previlegios dignos de defender, ya que les procura un mudus viventis muy superior al de la media de los españoles. Esta obra de teatro, en la que tanto se ladra y poco se muerde, es la justificación que se hace ante el soberano para justificar una actvidad conligada a diferentes ideologías, pero que a la hora de la verdad no se tienen en cuenta, ya que como insinuo, la batalla principal está basada en mantener sus previlegios. Todos hemos visto la ristra de escándalos en que se han visto involucrados diferentes políticos de otras tantas ideologias, pero también hemos podido apreciar los pocos que acaban en la trena como resultado de sus andanzas. Aquello que parecia más claro que el agua en la prensa o televisión, adornado con epítetos, anecdotas y otras especias por un ente mediático que vive en simbiosis con el sistema, ya que necesita de estos escándalos para poder venderse, no ha conducido casi nunca a condenas que traspasadas a un ciudadano de apie, bubieran significado varios años de prisión.
mi perecer es que los cabecillas políticos son conscientes de como piensa el pueblo, y éste, desgraciadamente, da más importancia a un partido de fútbol que a las andanzas de los que dirimen sobre nuestros destinos. La ley está hecha por ellos y para ellos, de ahi el desprestigio de un sistema jurídico que permite que el desacato a la Constitución no esté penado, mientras que al ciudadano que se le pille conduciendo con una copa de más se le caen todas juntas.
Son pequeñas reflexiones sobre un tema muy grande, pero que quizás incite a ulgún foreo a aportar algo al respecto para con ello entablar un debate que de luz a algunas cosas.
mi perecer es que los cabecillas políticos son conscientes de como piensa el pueblo, y éste, desgraciadamente, da más importancia a un partido de fútbol que a las andanzas de los que dirimen sobre nuestros destinos. La ley está hecha por ellos y para ellos, de ahi el desprestigio de un sistema jurídico que permite que el desacato a la Constitución no esté penado, mientras que al ciudadano que se le pille conduciendo con una copa de más se le caen todas juntas.
Son pequeñas reflexiones sobre un tema muy grande, pero que quizás incite a ulgún foreo a aportar algo al respecto para con ello entablar un debate que de luz a algunas cosas.