Se puede hacer poesía, pero eso está al alcance de muy poca gente.
Se pueden hacer versos irónicos, de rima y ritmo dudosos, pero ocurrentes o ingeniosos, letrillas de chirigotas, por ejemplo, que pueden criticar sin ofender.
Se pueden hacer rimas facilonas, sin calidad ninguna, pero que tengan su gracia.
Y se puede hacer lo que hace el Juez Tazón: ensartar mentiras con insultos y groserías, aliñadas de patadas al diccionario y atentados a la ortografía.
Tu mal gusto es de
juzgado de guardia,
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