Se puede hacer poesía, pero eso está al alcance de muy poca gente.
Se pueden hacer versos irónicos, de rima y ritmo dudosos, pero ocurrentes o ingeniosos, letrillas de chirigotas, por ejemplo, que pueden criticar sin ofender.
Se pueden hacer rimas facilonas, sin calidad ninguna, pero que tengan su gracia.
Y se puede hacer lo que hace el Juez Tazón: ensartar mentiras con insultos y groserías, aliñadas de patadas al diccionario y atentados a la ortografía.
Tu mal gusto es de juzgado de guardia, pero además, lo único evidente de tus palabras es odio y envidia. Ten cuidado porque son sentimientos que hacen más daño a quien los siente que a quien van dirigidos.
¡Qué mal lo has tenido que pasar estos años y qué pobre compensación has tenido!
Se pueden hacer versos irónicos, de rima y ritmo dudosos, pero ocurrentes o ingeniosos, letrillas de chirigotas, por ejemplo, que pueden criticar sin ofender.
Se pueden hacer rimas facilonas, sin calidad ninguna, pero que tengan su gracia.
Y se puede hacer lo que hace el Juez Tazón: ensartar mentiras con insultos y groserías, aliñadas de patadas al diccionario y atentados a la ortografía.
Tu mal gusto es de juzgado de guardia, pero además, lo único evidente de tus palabras es odio y envidia. Ten cuidado porque son sentimientos que hacen más daño a quien los siente que a quien van dirigidos.
¡Qué mal lo has tenido que pasar estos años y qué pobre compensación has tenido!