Tú no llores, pueblo mío,
Tú no lo hagas, !por Dios¡
Simplemente se marcharon
A la fuerza y con dolor,
Buscando el pan de sus hijos
Y un futuro algo mejor.
Apenas había trabajo,
La aceituna y poco más
Y por más que lo intentaran
No podían sufragar,
Los gastos de tantas bocas,
Que había que alimentar.
Nadie invirtió el dinero,
Que su sudor generaba
En educación para sus hijos,
En hipotecas baratas,
En viviendas protegidas,
En un taller o una fábrica.
Y poco a poco fueron yendo,
En un éxodo que aún dura,
Cerrando tras si las puertas,
De las casas y las penurias,
Pero aunque de ti estén lejos,
De su pueblo no renuncian.
Más todo igual continúa,
La política no cambia
Las casas cierran sus puertas
Y aquí no va a quedar un alma,
Pero.¿a que político importa
Que tus puertas cierren o abran?
Yo siempre fui optimista
De que tu surte cambiara,
Pero si sólo hacen fiestas
Y las aceras más anchas,
Me temo, pueblo querido,
Que tu destino no cambia.
Quimera.
Tú no lo hagas, !por Dios¡
Simplemente se marcharon
A la fuerza y con dolor,
Buscando el pan de sus hijos
Y un futuro algo mejor.
Apenas había trabajo,
La aceituna y poco más
Y por más que lo intentaran
No podían sufragar,
Los gastos de tantas bocas,
Que había que alimentar.
Nadie invirtió el dinero,
Que su sudor generaba
En educación para sus hijos,
En hipotecas baratas,
En viviendas protegidas,
En un taller o una fábrica.
Y poco a poco fueron yendo,
En un éxodo que aún dura,
Cerrando tras si las puertas,
De las casas y las penurias,
Pero aunque de ti estén lejos,
De su pueblo no renuncian.
Más todo igual continúa,
La política no cambia
Las casas cierran sus puertas
Y aquí no va a quedar un alma,
Pero.¿a que político importa
Que tus puertas cierren o abran?
Yo siempre fui optimista
De que tu surte cambiara,
Pero si sólo hacen fiestas
Y las aceras más anchas,
Me temo, pueblo querido,
Que tu destino no cambia.
Quimera.
