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Se veía venir, el club político y periodístico de la mochila del 11M se acaba de dar un batacazo espectacular. La ¡última exclusiva! de su minucioso equipo de investigación nos anunciaba que en la furgoneta Kangoo, que según la Policía estaba llena y según el club de la mochila estaba vacía, había una tarjeta del grupo empresarial Mondragón, lo que para los astutos sabuesos de El Mundo y la COPE, los que jalean Zaplana y Acebes metiendo al PP en sus intrigas políticas y periodísticas personales, era una inequívoca señal de que ETA podría estar de alguna manera tras los atentados del 11M, porque para ellos Mondragón es territorio batasuno y ya está.
Siguiendo la línea informativa y editorial que ambos medios vienen sosteniendo sin tener prueba alguna, negando el sumario del juez del Olmo y las investigaciones que hicieron tanto el último Gobierno de Aznar como el de Zapatero, así como la Comisión del Congreso, el CNI, las Fuerzas de Seguridad y la Policía, la Guardia Civil y los más importantes servicios secretos internacionales, que señalan al comando islamista como autor de la masacre. Pero ellos insisten: ¿quién hay detrás?, ¿por qué hay detenidos tan pocos cómplices? Pues por lo mismo que Massaoui, porque los otros murieron y por la sencilla razón de que Al Qaeda y sus ramificaciones no obedecen a una organización de corte militar, o guerrillera, en un movimiento terrorista donde cada uno se las apaña como puede en pos de su guerra santa particular.
Pues nada, la furgoneta estaba vacía según el club de la mochila, y días después dicen que eso era así pero no del todo porque allí había una tarjeta de la empresa y a la vez cooperativa Mondragón que, ¡oh cielos!, había desaparecido, a manos de esa trama de misteriosos conspiradores que, según Aznar, Acebes y Zaplana, habitan muy cercanas montañas y unos próximos desiertos. ¿Dónde está la tarjeta? ¿Dónde se esconde esa maldita Pimpinela Escarlata? ¿Acaso se ha subido al plátano de Gallardón que doña Esperanza dice que nadie debe tocar?
Pues bien, el misterio parió un ratón: lo que había en la furgoneta era una casete de la Orquesta Mondragón, esa magnifica charanga de rock donde canta Gurruchaga, el mago aquel que una vez en televisión se trajo de Canadá a un enano afrancesado que era la copia jibarizada de Felipe González y al que el rockero y presentador le hizo una gran entrevista imitando con exquisita precisión aquellas conversaciones que la Toya Prego celebraba en TVE desmayándose de gusto ante la sabiduría de Felipe González, del que era una devota admiradora y publicista, antes de pasarse al PP.
O sea, que al equipo de investigación de El Mundo y la COPE les han metido un gol por la escuadra y todos ellos han hecho un ridículo espantoso, y aquí incluido el artista de Zaplana, que ha convertido la portavocía del PP en el Congreso en algo muy personal al servicio de sus compadres periodísticos. Veremos si Zaplana da la cara y pide perdón, dado que ayer le pedía al ministro Rubalcaba que diera la cara para explicar estas y otras casualidades con las que Pedro J. Y sus mariachis tienen preso al PP en los fantasmas del 11M que le hicieron perder el poder. ¿Quién hay detrás de esta estrategia suicida? ¿Por qué estos conspiradores que buscan conspiración están empeñados en embarrar con chismes sobre el 11M el liderazgo de Rajoy? ¿Están jugando al regreso de Aznar?
No sé por qué tengo la impresión que alguien en el CNI, la Policía o la Guardia Civil les está tomando el pelo a los del club de la mochila con datos falsos que se tragan como pardillos y con los que luego dan el cante como lo acaban de hacer. Lo que no hacen es reconocer la cruda realidad, los suicidados de Leganés, el segundo atentado del AVE, etc., porque de lo que se trata es de probar que había algo más pero no saben el qué, y que en todo caso el ministro Acebes no se enteraba de nada y además mintió como Zaplana, Aznar, Timermans y Aragonés, aquel equipo estelar que siguió la investigación del 11M y que llevó al precipicio al PP. Alguien está intoxicando a El Mundo y la COPE y los primos están comprando material averiado en las cloacas del poder. Y el último cuento, o puede que bolero, que les han contado ha sido el de la Orquesta Mondragón. Les han dicho eso de “baile con nosotros/ baile con nosotros/ si quiere gozar/, y disfrute.../.
Se veía venir, el club político y periodístico de la mochila del 11M se acaba de dar un batacazo espectacular. La ¡última exclusiva! de su minucioso equipo de investigación nos anunciaba que en la furgoneta Kangoo, que según la Policía estaba llena y según el club de la mochila estaba vacía, había una tarjeta del grupo empresarial Mondragón, lo que para los astutos sabuesos de El Mundo y la COPE, los que jalean Zaplana y Acebes metiendo al PP en sus intrigas políticas y periodísticas personales, era una inequívoca señal de que ETA podría estar de alguna manera tras los atentados del 11M, porque para ellos Mondragón es territorio batasuno y ya está.
Siguiendo la línea informativa y editorial que ambos medios vienen sosteniendo sin tener prueba alguna, negando el sumario del juez del Olmo y las investigaciones que hicieron tanto el último Gobierno de Aznar como el de Zapatero, así como la Comisión del Congreso, el CNI, las Fuerzas de Seguridad y la Policía, la Guardia Civil y los más importantes servicios secretos internacionales, que señalan al comando islamista como autor de la masacre. Pero ellos insisten: ¿quién hay detrás?, ¿por qué hay detenidos tan pocos cómplices? Pues por lo mismo que Massaoui, porque los otros murieron y por la sencilla razón de que Al Qaeda y sus ramificaciones no obedecen a una organización de corte militar, o guerrillera, en un movimiento terrorista donde cada uno se las apaña como puede en pos de su guerra santa particular.
Pues nada, la furgoneta estaba vacía según el club de la mochila, y días después dicen que eso era así pero no del todo porque allí había una tarjeta de la empresa y a la vez cooperativa Mondragón que, ¡oh cielos!, había desaparecido, a manos de esa trama de misteriosos conspiradores que, según Aznar, Acebes y Zaplana, habitan muy cercanas montañas y unos próximos desiertos. ¿Dónde está la tarjeta? ¿Dónde se esconde esa maldita Pimpinela Escarlata? ¿Acaso se ha subido al plátano de Gallardón que doña Esperanza dice que nadie debe tocar?
Pues bien, el misterio parió un ratón: lo que había en la furgoneta era una casete de la Orquesta Mondragón, esa magnifica charanga de rock donde canta Gurruchaga, el mago aquel que una vez en televisión se trajo de Canadá a un enano afrancesado que era la copia jibarizada de Felipe González y al que el rockero y presentador le hizo una gran entrevista imitando con exquisita precisión aquellas conversaciones que la Toya Prego celebraba en TVE desmayándose de gusto ante la sabiduría de Felipe González, del que era una devota admiradora y publicista, antes de pasarse al PP.
O sea, que al equipo de investigación de El Mundo y la COPE les han metido un gol por la escuadra y todos ellos han hecho un ridículo espantoso, y aquí incluido el artista de Zaplana, que ha convertido la portavocía del PP en el Congreso en algo muy personal al servicio de sus compadres periodísticos. Veremos si Zaplana da la cara y pide perdón, dado que ayer le pedía al ministro Rubalcaba que diera la cara para explicar estas y otras casualidades con las que Pedro J. Y sus mariachis tienen preso al PP en los fantasmas del 11M que le hicieron perder el poder. ¿Quién hay detrás de esta estrategia suicida? ¿Por qué estos conspiradores que buscan conspiración están empeñados en embarrar con chismes sobre el 11M el liderazgo de Rajoy? ¿Están jugando al regreso de Aznar?
No sé por qué tengo la impresión que alguien en el CNI, la Policía o la Guardia Civil les está tomando el pelo a los del club de la mochila con datos falsos que se tragan como pardillos y con los que luego dan el cante como lo acaban de hacer. Lo que no hacen es reconocer la cruda realidad, los suicidados de Leganés, el segundo atentado del AVE, etc., porque de lo que se trata es de probar que había algo más pero no saben el qué, y que en todo caso el ministro Acebes no se enteraba de nada y además mintió como Zaplana, Aznar, Timermans y Aragonés, aquel equipo estelar que siguió la investigación del 11M y que llevó al precipicio al PP. Alguien está intoxicando a El Mundo y la COPE y los primos están comprando material averiado en las cloacas del poder. Y el último cuento, o puede que bolero, que les han contado ha sido el de la Orquesta Mondragón. Les han dicho eso de “baile con nosotros/ baile con nosotros/ si quiere gozar/, y disfrute.../.