Con el cambio de lugar de la celebración de las capeas se perdió una interesante y vieja costumbre que era la subasta "a la baja" que celebraba frente al ayuntamiento para hacer la plaza con palos. Cuadrillas de mozos atendían las instrucciones de la "voz pública" (pregonero o pregonera) y pujaban hasta fijar un precio que incluía todos los servicios de montaje y desmontaje de las instalaciones. Conservamos alguno de estos documentos y son bastante interesantes.