Día de San Blas en la puerta, el pasacalles de los Pizarrines cargado de pólvora ha terminado y en el bocadillo se nota la falta de un minúsculo tornillo en uno de los instrumentos fundamentales sin cuya presencia el "pito" no toca. El recorrido es largo y no se sabe por donde empezar a buscar. La casualidad hace que se inicie su búsqueda entre el bar "la Cumbre" y el Ayuntamiento y, a los pocos pasos, sucede el feliz hallazgo. Damos fe que el tornillo en cuestión no es más grande que la punta de un lápiz y que el suelo estaba lleno de "carretillas" de las que le tiran al Santo pero se encontró.