El rumor de que en los Pizarrines ha surgido un problema se ha hecho patente en estas fiestas. A veces, pese a hacerlo bien, parecían estar tocando a duelo.Creed, de veras, que me he informado por diversas fuentes, de las posibles causas de su malestar y, si mis pesquisas son correctas, no hay motivos aparentes que fuercen una posible ruptura. Los motivos personales no debieran estar por encima de lo que es en sí el grupo, que, dicho sea de paso, goza de gran aprecio allá por donde va.Se que la convivencia es difícil y que la personalidad de cada cual inluye en los comportamientos, pero de ahí a que, posturas maximalistas, cafres e infantiles, puedan ser dañinas, hay un trecho.
¡Que no se diga, hombre!
¡Que no se diga, hombre!