Me gustaría señalar que desde el punto de vista geológico, toda la región Levantina y el sudeste andaluz es subdesértica desde hace millones de años, y sus latitudes se encuentran a la misma altura que Argel, el norte de Egipto, Israel o Siria. El problema no está en las razones geológicas (a latitudes más al sur, menos agua), sino en las razones industriales y económicas. Se necesita más agua para urbanizaciones, campos de golf, grandes campos de regadío y esos mares de plástico interminables que tanto afean el desierto pero que permiten que El Egido sea una de las localidades con mayor renta por habitante (español, se entiende, porque los inmigrantes que trabajan en los campos sólo cobran una miseria por deslomarse y los tratan como apestados). Egoísmo, codicia, falta de conciencia ecológica y mucha caradura de los que piden agua, no para beber sino para especular y enriquecerse.
Ni firmo.
Ni firmo.