Despues del Ebro vendrá el Duero, y el Guadiana y el Guadalquivir. La voracidad de las grandes constructoras (las que sacan tajada de todo esto) y de los promotores inmobiliarios (necesitan el agua para su tajada particular). Ah, y se me olvidaba, el gran negocio de la derecha, la privatización del agua. Otra tajada más...