CHILLUEVAR

Habitantes: 1.811  Altitud: 840 m.  Gentilicio: Chilluevenses 
Hoy amanece en CHILLUEVAR a las 08:02 y anochece a las 20:31
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Situación:

Pequeño municipio situado en el extremo norte de la comarca de Alto Guadalquivir y cuyo extremo noreste forma parte del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Su territorio es eminentemente agrícola y dependiente del olivar. Este cultivo ocupa los terrenos en pendiente que van desde el Norte y Este hasta los ríos de la Vega y Cañamares al sur, suroeste y sureste, en donde se encuentran los cultivos herbáceos. La cercanía de terrenos de labor y sierra constituye un hábitat muy adecuado para las especies cinegéticas de caza menor y para las pequeñas aves insectívoras, aunque la presión de la caza hace que no sean abundantes. Típico es el núcleo urbano por sus calles estrechas y empinadas.

Monumentos:

Iglesia Parroquial de Ntra. Señora de la Paz.

Calzada romana y puente romano en el río Cañamares.

Restos arqueológicos del yacimiento romano de Los Almansas.

Fiestas:

FIESTAS PATRONALES EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ (23/01):

Junto a Bélmez de la Moraleda y a Beas de Segura, Chilluévar tiene como Patrona a la Virgen de la Paz. En su honor, el día 24 de enero se celebra su festividad con una misa y la procesión de su imagen; lo más característico es la colosal luminaria que se levanta la noche anterior en la Plaza de Chilluévar.

FESTIVIDAD DE SAN ISIDRO (15/05):

La fiesta de san Isidro, junto a la Virgen de la Paz Patronos de Chilluévar, la organiza la Hermandad de Labradores y consiste en una jornada festiva en la sierra donde, además de actos religiosos en honor al protector de los agricultores, no suelen faltar los deliciosos embutidos por los que la localidad es conocida y entre los que tiene una merecida fama el lomo de orza en aceite.

FIESTAS EN HONOR DE LA VIRGEN DE LA PAZ (3/09):

En honor a la Virgen de la Paz, esta localidad de la Sierra de Segura, celebra su feria en torno al día 4 de septiembre. Además de los distintos actos religiosos que honran a Nuestra Señora de Chilluévar, nombre por el que esta advocación mariana era conocida en el siglo XIX, se destacan los festejos taurinos con sueltas de vaquillas y las extraordinarias verbenas populares en las que puede degustarse la rica cocina serrana que sobresale por los embutidos de cerdo y de caza mayor.

Costumbres:

Gastronomía

Gachamigas (llevan torreznos y pimientos secos). Talarines (tortas de masa con setas y liebre o perdiz). Tortilla serrana (tortilla hecha con mucha masa de chorizo). Truchas. Cordero con romero. Melojas. Ajo labrado. Tortilla de collejas.

Dulces: Arroz con leche. Gachas.

Historia:

Los testimonios más antiguos hallados en su término municipal se remontan a tiempo de los iberos, en la aldea de las Almansas, y a época romana, en la que tuvo una intensa ocupación por medio de villas rústicas. De esta época se conservan un conjunto de inscripciones funerarias en el Museo Provincial.

En época musulmana se ha identificado Chilluévar con Alcoray, localidad mencionada por primera vez en 1256, y que debe ser la Alcorahe citada en 1384 en un documento del rey Juan I.

El impulso y consolidación del núcleo de Chilluevar arranca de 1231, fecha en la que estas tierras pasaron a formar parte del "Adelantamiento de Cazorla", patrimonio del arzobispado de Toledo. Dos circunstancias contribuyeron al florecimiento de esta aldea, por un lado las obras promovidas por el Cardenal de Toledo, Don Rodrigo Ximénez de Rada, en su afán de propagar la nueva fe cristiana en las tierras conquistada a los musulmanes y por otro, el trasiego de ganaderos por este lugar, al quedar Chilluévar como paso obligado de la Mesta en el camino que unía Andalucía y Levante. En "Chilluévar la Vieja", como hoy se conoce al primitivo emplazamiento, se construyó una ermita, una hostería, un cementerio y una alberca. Ganaderos, peregrinos y comerciantes visitaban la ermita, encontraban descanso en hospedería y pensiones, y hacían abrevar al ganado.

La desaparición de la Mesta y la transhumancia supuso la progresiva decadencia y marginación de este primitivo núcleo, pero no así el de la localidad que a finales del XVIII consagraba una nueva iglesia parroquial en el lugar denominado "Chilluévar Nuevo", a un cuarto de legua de la ermita antigua. En 1787 la aldea recibió el título de "villa" a instancias del Cardenal Lorenzana, un título que aunque no significaba ningún tipo de independencia, avalaba su reconocimiento como núcleo de población.

Los primeros años del siglo XX están marcados por el largo proceso de segregación de Chilluévar del municipio de la Iruela, que culminó el 14 de diciembre de 1926, con la independencia municipal de la primera.

Sus orígenes se remontan a la etapa de los iberos, en la aldea de las Almansas, y a época romana, en la que tuvo una intensa ocupación por medio de villas rústicas. De esta época se conservan un conjunto de inscripciones funerarias en el Museo Provincial. En época musulmana se ha identificado Chilluévar con Alcoray, localidad mencionada por primera vez en 1256, y que debe ser la Alcorahe citada en 1384 en un documento del rey Juan I. El impulso y consolidación del núcleo de Chilluevar arranca de 1231, fecha en la que estas tierras pasaron a formar parte del Adelantamiento de Cazorla, patrimonio del arzobispado de Toledo. Dos circunstancias contribuyeron al florecimiento de esta aldea, por un lado las obras promovidas por el Cardenal de Toledo, Don Rodrigo Ximénez de Rada, en su afán de propagar la nueva fe cristiana en las tierras conquistada a los musulmanes y por otro, el trasiego de ganaderos por este lugar, al quedar Chilluévar como paso obligado de la Mesta en el camino que unía Andalucía y Levante. En Chilluévar la Vieja, como hoy se conoce al primitivo emplazamiento, se construyó una ermita, una hostería, un cementerio y una alberca. Ganaderos, peregrinos y comerciantes visitaban la ermita, encontraban descanso en hospedería y pensiones, y hacían abrevar al ganado. La desaparición de la Mesta y la transhumancia supuso la progresiva decadencia y marginación de este primitivo núcleo, pero no así el de la localidad que a finales del XVIII consagraba una nueva iglesia parroquial en el lugar denominado Chilluévar Nuevo, a un cuarto de legua de la ermita antigua. En 1787 la aldea recibió el título de villa a instancias del Cardenal Lorenzana, un título que aunque no significaba ningún tipo de independencia, avalaba su reconocimiento como núcleo de población. Los primeros años del siglo XX están marcados por el largo proceso de segregación de Chilluévar del municipio de la Iruela, que culminó el 14 de diciembre de 1926, con la independencia municipal de la primera.

Turismo:

Río Cañamares.

Cascada de la Palomera.

Los Arroyos de Plaza.

Inmediaciones al Pantano del Aguascebas.

Balcón de la Fuente de la Zarza.