la Tragantía emerge cada
noche previa al día de
San Juan, el 23 de junio, cantando una melodía que advierte a quienes la escuchan:
“Yo soy la Tragantía / hija del rey moro, / el que me oiga cantar, / no verá la luz del día / ni la noche de San Juan.”
Esta leyenda, resultado de mezclar
historia y fantasía, aporta un aura de misterio a la visita a la
bóveda del
río Cerezuelo de
Cazorla, ya que es justo allí abajo, junto al rumor de su cauce, donde encontrarás una
estatua dedicada a esta figura mitológica propia del folclore cazorleño.