El famoso dicho de que “cada maestrillo tiene su librillo” es bastante cierto con respecto a la masturbación. Como comentábamos el otro día, una de las grandes ventajas de practicar la masturbación es que permite a la persona conocer mejor sus genitales y su respuesta sexual.
La masturbación puede realizarse también con otra persona −o personas−, como alternativa al coito. Para aprender a estimular adecuadamente los órganos genitales femeninos es muy recomendable conocerlos a fondo.
En un principio sugerimos que se observen cuidadosamente y con suficiente luz. Además del conocimiento que esto puede proporcionar, la estimulación visual favorece la excitación en buena medida. En cualquier caso, de lo que se trata es de ir haciendo una exploración de las sensaciones.
Muchas mujeres agradecen un ambiente cálido y distendido. Hay quienes optan por empezar por un baño sensual: relajante y aromático que les ayuda, entre otras cosas, a despertar sus sentidos y a sentirse cómodas. A otras les seduce la posibilidad de dar y recibir un masaje, lo cual les ayuda a ir entrando en contacto con su cuerpo y su sensualidad.
No todas las mujeres tienen las mismas preferencias en cuanto a estimulación: algunas prefieren acariciarse el clítoris y las zonas adyacentes y otras alcanzan gran placer introduciéndose los dedos o algún objeto en la vagina.
Para algunas lo ideal es la penetración vaginal y las caricias en el clítoris al mismo tiempo. A veces, incluir la penetración anal puede ser el colmo del placer. Depende del momento y la ocasión. Lo importante es investigar sin reparos cuáles son las preferencias personales y la masturbación es una excelente forma para averiguarlo.
Se puede empezar acariciando la vagina por fuera, apartando poco a poco los labios y frotando la zona general. Se trata de una estimulación indirecta del clítoris, la cual es recomendable antes de realizar una estimulación más directa.
De ahí, se puede pasar a la zona vaginal, introduciendo uno o más dedos lentamente como en una penetración. Facilita respirar deliberadamente buscando la excitación y es necesario que la vagina esté lubricada, ya sea de forma natural o utilizando un lubricante.
Las caricias en los pechos y la estimulación de los pezones también ayudan a intensificar el placer. Y por supuesto, se pueden utilizar fantasías sexuales, siempre al gusto de la interesada.
¿Cuándo aprendiste a masturbarte? ¿Lo haces con frecuencia? ¿Has tenido etapas en que te has masturbado con mayor frecuencia? ¿Recuerdas alguna masturbación especialmente placentera? ¿Cuál es tu truco personal para llegar al orgasmo? ¿Si eres hombre, cuales crees que son las claves para que una mujer disfrute con la masturbación? ¿Utilizas fantasías sexuales cuando te masturbas?
La masturbación puede realizarse también con otra persona −o personas−, como alternativa al coito. Para aprender a estimular adecuadamente los órganos genitales femeninos es muy recomendable conocerlos a fondo.
En un principio sugerimos que se observen cuidadosamente y con suficiente luz. Además del conocimiento que esto puede proporcionar, la estimulación visual favorece la excitación en buena medida. En cualquier caso, de lo que se trata es de ir haciendo una exploración de las sensaciones.
Muchas mujeres agradecen un ambiente cálido y distendido. Hay quienes optan por empezar por un baño sensual: relajante y aromático que les ayuda, entre otras cosas, a despertar sus sentidos y a sentirse cómodas. A otras les seduce la posibilidad de dar y recibir un masaje, lo cual les ayuda a ir entrando en contacto con su cuerpo y su sensualidad.
No todas las mujeres tienen las mismas preferencias en cuanto a estimulación: algunas prefieren acariciarse el clítoris y las zonas adyacentes y otras alcanzan gran placer introduciéndose los dedos o algún objeto en la vagina.
Para algunas lo ideal es la penetración vaginal y las caricias en el clítoris al mismo tiempo. A veces, incluir la penetración anal puede ser el colmo del placer. Depende del momento y la ocasión. Lo importante es investigar sin reparos cuáles son las preferencias personales y la masturbación es una excelente forma para averiguarlo.
Se puede empezar acariciando la vagina por fuera, apartando poco a poco los labios y frotando la zona general. Se trata de una estimulación indirecta del clítoris, la cual es recomendable antes de realizar una estimulación más directa.
De ahí, se puede pasar a la zona vaginal, introduciendo uno o más dedos lentamente como en una penetración. Facilita respirar deliberadamente buscando la excitación y es necesario que la vagina esté lubricada, ya sea de forma natural o utilizando un lubricante.
Las caricias en los pechos y la estimulación de los pezones también ayudan a intensificar el placer. Y por supuesto, se pueden utilizar fantasías sexuales, siempre al gusto de la interesada.
¿Cuándo aprendiste a masturbarte? ¿Lo haces con frecuencia? ¿Has tenido etapas en que te has masturbado con mayor frecuencia? ¿Recuerdas alguna masturbación especialmente placentera? ¿Cuál es tu truco personal para llegar al orgasmo? ¿Si eres hombre, cuales crees que son las claves para que una mujer disfrute con la masturbación? ¿Utilizas fantasías sexuales cuando te masturbas?