Has visto amiga, siempre tiene que aparecer algún gracioso con comentarios discordantes y yo me pregunto: ¿si ni a tí ni a mí nos molestan nuestras faltas de ortografía, por qué hay simplones/as que opinan de nuestra conversación? Lo mejor es pensar: El mejor desprecio es el no aprecio. Fuí a la aceituna con mi buena intención, que aunque no me considero el mejor, si le hecho mis ganas.