A la persona que desea que bedmar sea un pueblo aconfesional y laico, me gustaría emplazarla a las actas republicanas preguerra civil que aún se conservan en los archivos del ayuntamiento del pueblo. En una de ellas se expresa claramente tal condición. Eran los tiempos en que en la alcaldía se hayaba Troyano, apodado "el sastre", una persona consecuente con sus ideas y por las cuales fue asesinado por el franquismo tras salir victorioso de la guerra civil española. Precisamente fue el clero, junto a los terratenientes del pueblo, quien pidió la cabeza de este socialista de verdad que luchó, junto a sus hermanos y compañeros de clase, contra las desigualdades existentes en la villa de Bedmar por aquellos tiempos. Lo más vergonzoso de todo es que quienes ahora utilizan el mismo nombre político, PSOE, supuestos herederos ideológicos de aquellos valientes republicanos, se dediquen a pasear bajo palio los mismos símbolos religiosos que adoraban quienes ordenaron el asesinato de tantas personas.
Salud y república, compañero.
Salud y república, compañero.