Todos hemos sufrido alguna vez los comentarios que se hacen sobre lo que uno hace o deja de hacer.A veces llegan a hacer verdadero daño.Incluso esos comentarios han llegado de personas queridas y han dejado de serlo.La gente disfruta comentando al vida de los demás y haciendo daño, que le vamos a hacer.Pero, ahi de aquel que algún día tenga algo que esconder y se destape el chisme...En este pueblo tenemos tanto tiempo libre, o como dice Sabina:la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta, que el deporte local por excelencia es hacer daño, sea como sea.En fin, menos mal que yo me inmunicé hace mucho tiempo y todas esas cosas me la tren muy, muy, muy floja.Incluso he llegado a disfrutar sabiendo que la gente habla de mí...
Un rojillo.
Un rojillo.