Hay gente en éste pueblo que desde hace tiempo, y movidos únicamente por intereses particulares, han entablado una especie de guerra -con la consiguiente campaña de falsedades, difamaciones, etc...- contra el Ayuntamiento, contra su equipo de gobierno; al no aceptar que éstos, nuestros representantes, prioricen las cuestiones generales sobre las particulares; al no aceptar que nuestra Alcaldesa, anteponga el interés general, al bien común; el interés de todos, al interés de unos pocos. Gente que en cada comentario efectuado, en cada opinión vertida rezuma odio, envidia, rencor... Que dirigen contra todo aquel que no se pliega ante sus pretensiones y ambiciones; pretensiones y ambiciones éstas que pretenden enmascarar tras no se cuantos mil negocios frustrados.
Toda esta maldad de poco o nada les va a servir, salvo para conseguir que todo el mundo sepa qué, tanta queja y tanta ignominia, son sólo sinónimos de la imcompetencia más absoluta, y que las únicas derivaciones que pueden esperar de tanta codicia, no son otras que las del fracaso y la amargura.
Toda esta maldad de poco o nada les va a servir, salvo para conseguir que todo el mundo sepa qué, tanta queja y tanta ignominia, son sólo sinónimos de la imcompetencia más absoluta, y que las únicas derivaciones que pueden esperar de tanta codicia, no son otras que las del fracaso y la amargura.