ZUFRE: MARIA LUISA, CASTILLEJAS, MOCLINILLA para vosotras...

MARIA LUISA, CASTILLEJAS, MOCLINILLA para vosotras esa poesía aunque no conozco la edad de vosotras, me figuro que M. L. y Castillejas encajan en ella pero a Monclinilla, por el nombre, tal vez no.

SANTABARBERA, los peregrinos del Rocío (Brucelas – Rocío), Ángeles, han pasado por mil sitios distintos, ten presente que fueron 90 etapas y ellos resaltarán aquellos lugares que tienen un gran peso en la cristiandad como son, Lourdes, La Almudena, El Pilar, etc. Una cosa si es cierta y ninguna de las Hermandades Rocieras pueden presumir de ello excepto la de Brucelas, y es que las únicas medallas que hicieron el recorrido completo y que colgaron todo el camino del banderín de camino, fueron la de San Sebastián, Santa Bárbara y la reseñada de Brucelas, las demás se fueron incorporando durante el recorrido de las 3000 kilómetros de estos peregrinos. La única hermandad que los despidió en Huelva, fue San Sebastián y he de decir, que todos los peregrinos siempre han expresado su agradecimiento a Santa Bárbara de Casa. Pueden leer la revista del pasado año 2008 donde así lo manifestaban. Además, Ángeles, ya te contaré algunas cosas que son más intimas de estos locos peregrinos que no han sido reconocidos, salvo raras excepciones, como ellos se merecen, y es que entre ellos no iban personajes de esos que llamamos “famosillos”.

La poesía que sigue, no va para ti, eres todavía una cría junto a nosotros, pero si para todas aquellas mujeres que ya pasaron sus primeras cuarenta primaveras.

ROSAS OTOÑALES

Tengo en el Alma una rosa
Que la riego con amor
No quiero que se marchite
Esta linda y bella flor

Pocas veces me acompaña
¡Por tener cosas que hacer!
Y a mi me gusta tenerla
Donde yo la pueda ver

Cuando salgo de paseo
¡Hay veces que lo consigo!
Siempre la quiero a mi vera
Su cariño va conmigo

Su cara, con las señales
De pasar las primaveras
Refleja todo el trabajo
De esta vida pasajera

Igual que mi rosa, muchas
Son las rosas otoñales
Que antes fueron quinceañeras
Y ahora son manantiales

Manantiales de amor
Que derrochan por doquier
Y no piden nada a cambio
¡Una sonrisa, tal vez!

Para todas estas rosas
Que su juventud pasó
Le voy a pedir a los hombres
Que le den todo su amor
A. E. I.