Zalamea, tan lejos y a la vez tan cerca de mi, ¿porqué nunca me acogistes? ¿porqué otros se llenan la boca con tu nombre, y yo, que llevo tu sangre no puedo? nunca nunca jamás lo comprenderé, pero déjame decirte que lo que tu no supiste darme, lo encontré en otros lugares incluso más bellos que tus montes, con atardeceres de ensueño y noches que te arropan, con gentes amables y tradiciones arraigadas de las que me he sentido más partícipe que de las tuyas...
No puedo pedirte que me devuelvas los años ni las suelas de los zapatos que desgasté por tu calles, ni la piel que dejé cada vez que me hice una herida en tus esquinas, tan solo anhelo una cosa...la identidad, y creo que esa la perdí entre los quilómetros que nos separan.
No puedo pedirte que me devuelvas los años ni las suelas de los zapatos que desgasté por tu calles, ni la piel que dejé cada vez que me hice una herida en tus esquinas, tan solo anhelo una cosa...la identidad, y creo que esa la perdí entre los quilómetros que nos separan.