A mi no se me olvidará, amiga Charo, el día que me presenté, siendo yo un niño, en casa de mi tía, quien por aquellos entonces tenías 28 o 29 años, y dos niñas, y en medio se salón una caja de cinc precintada, para evitar que los familiares vieran el cuerpo de mi tío Ramón, su marido, pues los destrozos del barreno fueron irreparables, y como su viuda, cuando yo la besaba, me decía, te has quedado sin tito, te has quedado sin tito, a partir de entonces mi respeto hacia la mina fue distinto, pues como dices, hay que ser valiente para adentrarse en las entrañas de la tierra, y más después de casos como el explicado.
Mi padre no era minero, él trabajaba en talleres, tornero, era muy admirado por su labor, pues era un trabajador nato y capacitado, no había pieza que se le resistiera, ahora ya jubilado.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao
Mi padre no era minero, él trabajaba en talleres, tornero, era muy admirado por su labor, pues era un trabajador nato y capacitado, no había pieza que se le resistiera, ahora ya jubilado.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao
