Cielo estrellado, noche clara primaveral,
Yo tambien paseaba y mi mano abierta está,
Esperando la buenaventura que una gítana dirá,
¡Payo!, dice la gítana, no tienes más que esperar,
Junto a la flor blanca del almendro,
Allí junto al rosal, vara de nardos en la mano,
Tu le has de entregar, vuestras manos entrelazas,
Miradas tienas y besos, y mil veces mirar,
Al testigo múdo de la luna, que no quiere molestar,
La estrellas corretean, empiezan su danza núpcial,
Los nardos, estan en el suelo, la cintura entrechá,
Los labios se han fundido en un beso inmortal,
Ya viene amaneciendo, el almendro sombra da,
El rosal ya no huele, la fragancia en tí está,
Como canta el ruiseñor, pues él quiere anidar,
Como tú y como yo, allí a la sombra del almendro,
En las ramas del rosal, que la soledad es mala,
Pareja hay que buscar, como la busca el ruiseñor,
Que igual que yo, enamorado está.
Que bonito nombre tienes, que bonito ¡Soledad!
El Poeta.
Yo tambien paseaba y mi mano abierta está,
Esperando la buenaventura que una gítana dirá,
¡Payo!, dice la gítana, no tienes más que esperar,
Junto a la flor blanca del almendro,
Allí junto al rosal, vara de nardos en la mano,
Tu le has de entregar, vuestras manos entrelazas,
Miradas tienas y besos, y mil veces mirar,
Al testigo múdo de la luna, que no quiere molestar,
La estrellas corretean, empiezan su danza núpcial,
Los nardos, estan en el suelo, la cintura entrechá,
Los labios se han fundido en un beso inmortal,
Ya viene amaneciendo, el almendro sombra da,
El rosal ya no huele, la fragancia en tí está,
Como canta el ruiseñor, pues él quiere anidar,
Como tú y como yo, allí a la sombra del almendro,
En las ramas del rosal, que la soledad es mala,
Pareja hay que buscar, como la busca el ruiseñor,
Que igual que yo, enamorado está.
Que bonito nombre tienes, que bonito ¡Soledad!
El Poeta.