Si, Castilleja y Fermina, vosotras reiros, pero el que lloranba entonces era yo, además de impotencia, no de esa no, de la de no poder defenderme ante tan brutal agresión, jeje.
Castilleja, yo bicicleta tuve alguna de aquellas que montabas a trozos, un cuadro de una, una rueda de otra, en fin, un aborto de bici, pero a mi primo hermano, unos reyes le echaron una y, como nos llevabamos y nos llevamos muy bien, pues yo iba con el a todos lados, es un año mayor que yo, y entonces me subió con él en la bici para probarla, yo en el asiento de alambre que llevaba detrás, y entonces el la conducía y comenzó a darle a los pedales, todo ello en una bajada, a lo que yo le decía, por miedo a caernos ya que sabía que si así era mi padre encima me curaría las posibles heridas con esa correa de cuero doblá, primo no corras tanto, no corras que me tiro, y dado que no me hacía caso, pues yo, ni corto ni perezoso, pongo mis manos sobre el asiento sobre el que viajaba y tomando impulso salté de la bici en marcha, claro la inercia que llevaba me tiró al suelo de boca, algún que otro rasguño pero sin dar muestras de dolor para que no me dolira más aún por los correazos.
Bueno, esa es otra de mi niñez y habrian tantas que no sabe uno por cual de ellas empezar.
Abrazos para tos y toas, El Emigrao.
PD. Creo que el mensaje anterior, 2007-01-30 10:00:37, será de nuestra amiga Maribelpc, que me alegro un montó que esté recuperada de su catarrazo y que nos haya visitado, pues hacía ya tiempo que no teníamos noticias suya, por lo tanto el abrazo también va para tí.
Castilleja, yo bicicleta tuve alguna de aquellas que montabas a trozos, un cuadro de una, una rueda de otra, en fin, un aborto de bici, pero a mi primo hermano, unos reyes le echaron una y, como nos llevabamos y nos llevamos muy bien, pues yo iba con el a todos lados, es un año mayor que yo, y entonces me subió con él en la bici para probarla, yo en el asiento de alambre que llevaba detrás, y entonces el la conducía y comenzó a darle a los pedales, todo ello en una bajada, a lo que yo le decía, por miedo a caernos ya que sabía que si así era mi padre encima me curaría las posibles heridas con esa correa de cuero doblá, primo no corras tanto, no corras que me tiro, y dado que no me hacía caso, pues yo, ni corto ni perezoso, pongo mis manos sobre el asiento sobre el que viajaba y tomando impulso salté de la bici en marcha, claro la inercia que llevaba me tiró al suelo de boca, algún que otro rasguño pero sin dar muestras de dolor para que no me dolira más aún por los correazos.
Bueno, esa es otra de mi niñez y habrian tantas que no sabe uno por cual de ellas empezar.
Abrazos para tos y toas, El Emigrao.
PD. Creo que el mensaje anterior, 2007-01-30 10:00:37, será de nuestra amiga Maribelpc, que me alegro un montó que esté recuperada de su catarrazo y que nos haya visitado, pues hacía ya tiempo que no teníamos noticias suya, por lo tanto el abrazo también va para tí.