Pero llegó la Paz de Alcáçovas (1479), por la cual los Reyes Católicos cedieron todos los derechos sobre mares y tierras atlántico-africanas, excepto
Canarias, a
Portugal. Los marinos palermos se veían así desposeídos de unas zonas pesqueras y comerciales esenciales para su subsistencia y sobre las que, con tantos esfuerzos, se habían afianzado.