Imagen en la iglesia de San Jorge Mártir, PALOS DE LA FRONTERA

El conjunto de la Iglesia no parece ser resultado de razones proyectuales, sino de una evolución azarosa, pues si bien conserva el cuerpo de un templo antiguo, su cabecera parece el inicio de lo que hubiera sido un suntuoso templo gótico tardío, de no haberse detenido las obras a comienzos del XVI. Un síntoma más de la decadencia de la villa palerma tras el Descubrimiento de América. Su campanario, de piramidal facetado, es obra ya de la segunda mitad del siglo XVIII, igual que la parte del Coro y la bóveda de una de las capillas, pues se construyeron para reparar los desperfectos originados por el terremoto de Lisboa en 1755, por el maestro de obras del arzobispado Fernando Rosales.
(21 de Abril de 2019)